Imagina y sueña siempre un mundo mejor, que sólo será posible si puedes
compartirlo con los que quieres.
No dejes que termine ningún día sin haber sido feliz, sin haber
aumentado tus sueños.
La vida nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia, por
eso, aunque el viento sople en tu contra,
¡No dejes nunca de soñar!
Este es mi escrito para vosotros, mi minilibro, Miguel...
Alumnos y alumnas de sexto curso de primaria. Quedó
atrás un año lleno de trabajo y aprendizaje.
Durante la
vida habrá varios motivos que nos pondrán tristes y nos harán llorar, uno de
ellos suele ser dar una despedida; sin embargo, la despedida que hoy os damos
no es motivo para la melancolía ni el dolor: es causa de felicidad porque es el
momento que da fin a todo el trabajo y el esfuerzo que dedicasteis en vuestros
estudios de Primaria.
Los maestros
sentimos una enorme satisfacción porque nuestras esperanzas eran ciertas: el
sembrador ve como germinan las semillas que ha plantado. Alumnos y alumnas
que dejáis este nuestro Colegio,
nosotros como maestros hemos puesto empeño en grabar en vuestras mentes los
conocimientos básicos y necesarios para emprender la nueva etapa de Secundaria,
el valor de la educación y la idea de lo que es ser ciudadanos y ciudadanas
responsables.
De la
escuela no sólo os llevaréis lo anterior: conservaréis en vuestra memoria las
horas de alegría que vivisteis aquí, porque no sólo disfrutasteis de
aprender, también conocisteis a nuevos amigos, compañeros y compañeras de
estudios y juegos, ,adelante pues con la educación recibida, los nuevos amigos
y los sueños.
Nunca
olvidéis que en el Colegio habéis recibido la enseñanza cuya luz fue el faro
que os guió a este puerto donde felices os recibimos maestros y padres.
A pesar de
estar embargados por la emoción de este acto solemne, deseo aconsejaros que
aquí no termina una etapa sino que es sólo el comienzo de otras más, sabéis
bien que las personas preparadas nunca tendrán miedo ante la dureza y los
obstáculos que le presente la vida.
Este paso es
la suma de la labor nuestra como maestros y el esfuerzo de cada alumno y alumna
para lograrlo, porque ambos hemos llegado a una mutua comprensión para alcanzar
una meta común: el aprendizaje ha sido posible cuando nuestras ansias, energías
y voluntades se pusieron de acuerdo en alcanzar ese fin. Y, llegado este
momento, he de decir que cada día he aprendido con vosotros y de vosotros.
Todavía queda algo más que recordar y que no debéis
olvidar: que en mí tendréis a una persona que siempre estaré a vuestro lado,
que siempre llevaré en mi corazón vuestras risas, vuestras excusas (por cierto
muy ingeniosas), vuestras miradas sorprendidas. Gracias por llenar mis ojos de
lágrimas de emoción al ver vuestros logros y éxitos. Gracias por ser alumnos y
alumnas tan generosos, pero también gracias por ser mis maestros. Y sabed que
siempre podréis contar conmigo.
“Recordar
nombres, caras, impresiones… más que con nostalgia, con
agradecimiento. Esa es la actitud de la persona de gran corazón. Recordar estos
años de colegio como los pilares de un proyecto, de un modo de ir por la vida. Mirar quiénes sois, qué queréis y qué estáis
dispuestos a hacer, es el tiempo del hacer… del implicaros, del aportar
vuestro granito de arena a la construcción de un mundo. Seguir caminando…
pensar en el futuro, Soñar
en el futuro y ponerse manos a la obra. Soñar desde la seguridad que con el trabajo
de cada día vamos haciendo realidad nuestros sueños. Soñar para vosotros, para
los demás, para el mundo ¡el mundo necesita vuestros sueños! ... Os deseo mucha suerte, mucha felicidad y
también mucha confianza en vosotros mismos”.
Ha llegado el momento, llegó la despedida. Es el
momento de que emprendáis una nueva etapa que os deseamos sea provechosa,
¡ÁNIMO! ¡ADELANTE! como dice la canción…
Adelante por los sueños que aún nos quedan,
adelante por aquellos que están por venir
Adelante porque no importa la meta,
el destino es la promesa de seguir.
¡Ya es tiempo de unas merecidas vacaciones!!!!
Y no olvidéis siempre acompañaros de un buen libro.
"Para viajar lejos, no hay
mejor nave que un libro." Emily Dickinson
Con todo mi
corazón, vuestra maestra.
María.
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